sábado, marzo 22, 2008

Bob Dylan en Punta del Este.


Poco antes de comenzar el concierto tuve tiempo para observar detenidamente el paisaje arquitectónico que rodeaba el escenario ubicado en el parking del Hotel Conrad de Punta del Este. A la izquierda el enorme (y grotesco) emprendimiento hotelero, del otro lado dos muy lujosos y modernos edificios (típicos de la obscena ostentación de riqueza que suelen tener los balnearios de Latinoamérica) que veían de forma arrogante a la sobria y despojada escenografía donde Dylan tocaría minutos después.

Ese marco parecía hacer difícil la conexión con el tipo de música que Bob Dylan ofrece, y estaba completamente alejado de aquel discurso rebelde de los 60's que transformó a un simple cantante folk en uno de los artistas más influyentes de los últimos 40 años.

Las dudas se desvanecieron completamente en los primeros acordes de "Cat's In The Well", una canción prácticamente olvidada de su disco de 1990 llamado "Under The Red Sky" que casualmente (¿casualmente?) describe perfectamente la situación "edilicia" y su "amenaza" en el comienzo de su letra.

"The cat's in the well, the wolf is looking down.
The cat's in the well, the wolf is looking down.
He got his big bushy tail dragging all over the ground."


Vestido de un impecable negro, y con el detalle de un sombrero de cowboy color blanco, Dylan pisó el escenario para encantar durante menos de dos horas a los 4.000 asistentes que abarrotaban el sitio donde el show se llevo a cabo, e hizo lamentar a los cientos que no habían tenido la suerte de conseguir uno de los pocos tickets que se pusieron a la venta. Recordemos que poco más de 2.500 localidades se pusieron a la venta debido a que el "Hotel Conrad" (organizador del evento) utilizó las restantes 1.500 entradas como promoción de sus instalaciones invitando a varios asistentes considerados "VIP". Dentro de estos últimos podíamos ver una gran cantidad de brasileros de avanzada edad, un sinnúmero de modelitos que no tenían ni la más remota idea de quién tocaba esa noche, y los clientes apostadores del Conrad que, seguramente espantados por la voz de Dylan (bendita sea tu gola), huyeron hacia la ruleta luego de las primeras canciones.
El concierto fue todo lo que se puede esperar de una leyenda, y también todo lo que no se puede esperar de esta leyenda. Dylan llegó, saludó con una mano, cantó y tocó sus canciones, presentó su banda, saludó nuevamente y se fue. Así de parco o así de tímido, pero seamos claros, lo importante y lo mágico pasó por otro lado. La interpretación en clave de blues de sus canciones, junto a esa voz ronca pero misteriosamente impactante, tocaron todas y cada una de las almas presentes.

No pienso entrar en la estupidez de comparar a Dylan con otros artistas por saludar o no saludar, eso se lo dejo a los demagogos que tachan con esa condición a todos los que se atreven a opinar de cualquier tema que les moleste y no se dieron cuenta de que si existe alguien para quién "Rock and Roll no es entretenimiento" es Dylan, pero siempre es fácil opinar sobre lo que no se sabe o lo que es peor, descalificar para desacreditar.
Durante varios pasajes del espectáculo varios de los "dylanologos" presentes, e incluso varios que no lo eran, llenaron sus ojos de lágrimas ante ciertas melodías o letras. O es que acaso alguien puede quedar inmune a himnos como "A Hard Rain's A-Gonna Fall", "Like A Rolling Stone" o "Highway 61 Revisited" ?
Realmente es posible no ser completamente fagocitado por la delicadeza y sutileza de "Lay, Lady, Lay" o "Just Like A Woman" ?
Es que ese hombre desgarbado de 66 años, ese viejo que parece no importarle si lo observan 500 o 60.000 personas, ese humilde cantante transmite más magia en una frase que la mayoría de los grandes cantantes en un concierto entero.

No debo cerrar éste artículo sin mencionar a la banda que acompaña a Mr. Zimmerman. Compuesta por Tony Garnier en el bajo, George Recile en batería, Stu Kimball guitarra rítmica, Denny Freeman en la solista y Donnie Herron en una infinidad de instrumentos (violín, banjo, mandolín eléctrica, etc.), consiguen tocar con la fuerza del rock, la técnica del jazz y la melancolía del blues, probablemente la mejor banda que he visto en mis treinta años de vida. Sencillamente impactante.

Con el público fiel aplaudiendo de pie llegó el fin del espectáculo, es más que probable que la noche del jueves santo del 20 de marzo del 2008 haya sido mi última vez con Bob Dylan...
La recordaré hasta el último de mis días.

Set List:

1. Cat's In The Well
2. Lay, Lady, Lay
3. Watching The River Flow
4. Love Sick
5. Thunder On The Mountain
6. A Hard Rain's A-Gonna Fall
7. High Water
8. Girl Of The North Country
9. Spirit On The Water
10. Rollin' And Tumblin'
11. Just Like A Woman
12. Highway 61 Revisited
13. When The Deal Goes Down
14. Summer Days
15. Like A Rolling Stone
16. Rainy Day Women #12 & 35
17. All Along The Watchtower




Como ya es costumbre les dejo un regalito. El concierto de la última gira efectuado el pasado 23 de Febrero en el "House Of Blues" de la ciudad de "Dallas".


Descargar aquí:
Parte 1 & Parte 2

Enjoy it !!

7 comentarios:

Elric dijo...

La pena es que el viejo Bob se preste ahora a este tipo de conciertos que tienen más de espectáculo elitista que de vivencia con sus fieles fans.

Por otra parte, te envidio por haberlo visto, por supuesto.

Super yo dijo...

Tienes razon, pero es una parte del trato que tenemos que aceptar.
Igual lo que transmite el viejo Bob es inconmensurable, te vas del show con el alma llena de musica.

Péndo del Espacio dijo...

Genial Post, yo estuve en el recital que dio en Bs As y vos lo expresas de la mejor manera. No hay mucho mas que hablar, fue un momento de esos en lo que solo vale escuchar y y escuchar y pasar el rato de la mejor forma.
Yo tampoco olvidaré ese dia y al viejo y fantastico Bob.

Saludos desde Plandia.
Pêndo.

Anónimo dijo...

Por muy alejado que esté de lo que un día fue, ver a Bob Dylan en directo tiene que ser una experiencia única.

Un saludo!

David Gallardo dijo...

¿Qué tal sonó ese All along the watchtower? ¿Rockea Dylan?
Saludos.

Super yo dijo...

Fue realmente roquera, pero en clave de blues, realmente muy disfrutable.

magdalena dijo...

pienso que muchas de las cosas que decis aca son tremendas pelotudeces. si pensas que los balnearios de latinoamerica ostentan riqueza es porque no conoces, o conoces muuuuy poquito, se ve que te gusta ir a los lugares de los que se habla en la TV. o que vos tambien ostentas riqueza y te gusta mezclarte con los tuyos.
segundo, el concierto fue increible, recontra intimo y nada careta, la gente careta q habia se fue a los 5 minutos y ahi quedamos los que de verdad nos gusta dylan, parandonos, festejando con el, haciendolo sonreir, como pocas veces hace en los conciertos.
de hecho fuimos el publico merecedor de que, por primera vez en la gira, haya hecho tres bises en vez de dos.
asique ya ves, parece que ni dylan ni yo estamos de acuerdo con tu vision.